Saludos, comandantes! Hace ya unas semanas que tanto yo como algunos de mis camaradas y compañeros de armas llevando dándole duro al LCG Conquest. En mi opinión este es un juegazo como la copa de un pino. Es divertido, dinámico y muy, muy estratégico para ser un juego de cartas. Anoche, tras probar Juego de Tronos LCG Segunda Edición, jugamos un par de partidas a Conquest. La primera la disputaron dos colegas, que se repartieron amor entre Tiránidos y Orkos. El resultado tras la dura y salvaje contienda fue la victoria de la horda verde. Los Tiránidos, que me parecen chulísimos, no regalaron en ningún momento ni una pizca de terreno y a cada turno que pasaba crecían y crecían expandiéndose por el sistema como si de una mala hierba se tratara. Los Orkos, por su parte, se lanzaban una y otra vez al ataque tratando de encontrar un hueco en ese muro de armadura quitinosa que era la horda tiránida. Tras el enfrentamiento me tocó el turno a mí. De mis tres ejércitos sólo me quedaba pro