Anoche tuve el placer de probar un juego que conocí no hace mucho tiempo, pese a que ya lleva publicado unos añitos. Se trata de Last Night on Earth, de la editora Flying Frog. He de decir que amí el estilo de los juegos de Flying Frog me apasiona. Con A Touch of Evil, del que hablaré en otro post, descubrí un filón y Last Night on Earth no se queda atrás, en absoluto.
Para empezar os diré que caer en la comparativa con el gigante mediático de los juegos de zombis que es Zombicide resulta inevitable. Sin embargo son juegos tan diferentes que la verdad es que no creo que debiera haber demasiado conflicto entre ambos.
Last Night on Earth emplea un tablero modular con una pieza central reversible con una pradera con un pozo en su centro por una de las caras mientras que por la otra nos muestra el interior de una mansión. El resto de tableros lo forman unas baldosas de tamaño considerable en forma de L que representan las calles y los diferentes edificios de la ciudad. Dependiendo del escenario los tableros tendrá una distribución u otra. en el escenario inicial se colocan al azar.
El juego funciona mediante escenarios. Los hay de varios tipos, en algunos los jugadores deberán sobrevivir hasta que amanezca, en otros deberán destruir un determinado número de zombis, mientras que en otros deberán rastrear la ciudad en busca de determinados objetos para escapar o cumplir algún objetivo. El caso es que el juego es bastante variado en ese aspecto y además siempre existe la posibilidad de inventarnos nuestros propios escenarios.
Last Night on Earth es un juego para 2 a 6 jugadores (con las expansiones se pueden añadir jugadores), en el cual uno o varios jugadores tomarán el control de las hordas de zombis mientras que el resto de jugadores se meterán en la piel de los héroe supervivientes. Los héroes son muy variados y cada uno tiene unas reglas y habilidades especiales que los diferencian. Lo más gracioso de todo es que los personajes son estereotipos de los personajes del universo zombi. Así, por ejemplo, tenemos al típico Sheriff del pueblo, a la estrella del equipo de football del instituto, a voluptuosa hija del granjero o a la sexy enfermera, entre otros.
En cuanto al sistema de juego, es muy sencillo y su preparación no implica gran esfuerzo ni una logística apabullante. Antes de empezar, cada héroe es situado en su zona inicial, indicada en su tarjeta de personaje, y el jugador o jugadores zombis despliegan los zombis en las zonas de despliegue del tablero. El juego empieza con el turno del zombi. Lo primero que hará será avanzar el indicador del amanecer un paso hacia la salida del sol. Esto es una especie de cuenta atrás. Si el marcador llega a cero el sol asomará por el horizonte y la partida finalizará (unas veces esto será bueno para los supervivientes y otras veces no lo será tanto).
Tras eso, el jugador zombi repone su mano de cartas zombis. Como máximo podrá tener cuatro cartas en su mano. Las cartas zombi la componen una serie de artimañas y maldades de las se valdrán los jugadores que controlas a los zombis para proporcionarle ventajas a su comedores de cerebros o para entorpecer la misión de los supervivientes.
Después viene la comprobación de generación de zombis. Para ello se tiran 2D6. Si el total obtenido es superior al número de zombis en el tablero entonces, al final del turno, aparecerán 1D6 zombis en las zonas de despliegue de zombis. Estas zonas son fijas en cada uno de los tableros, pero algunas cartas zombi te permiten crear nuevos puntos de despliegue.
Luego viene el movimiento lento y constante de los zombis (mueven una casilla) y tras esto el combate. Si algún zombi acaba en la misma casilla que un superviviente intentará morderle. Para ello un zombi tira 1D6 y el héroe 2D6. El dado con el resultado más alto gana. Los empates los gana el zombi (cuidadíiiiin!!!), mientras que el héroe solamente matará a un zombi si en su tirada saca un resultado doble (dos valores iguales).
Por último se tira 1D6 para ver cuántos zombis aparecen (si se dio el caso al inicio del turno) y se despliegan. Eso sí, nunca podrá haber más de 14 zombis en la mesa.
Tras el turno del zombi llega la hora de los héroes. Uno por un cada jugador irá completando su turno con su héroe. Lo primero será mover o buscar en la localización en la que esté. Si un héroe se encuentra en un edificio podrá robar una carta de héroe. Las cartas de héroes representan objetos, eventos, aliados y cosas similares que ayudan a los supervivientes a alcanzar sus objetivos.
Tras el movimiento/búsqueda viene el combate. Si un héroe tiene algún arma a distancia podrá emplearla para intentar volarle la cabeza a algún zombi desde una distancia prudencial. Si se encuentra en la misma casilla podrá atacarle, aunque, ojo, aquí los héroes corren el riesgo de ser mordidos. Resulta importante comentar que los héroes tampoco es que aguantes demasiado (la media de vida son dos puntos, de modo que al segundo mordisco el héroe dirá adiós con la manita).
Una cosa muy graciosa del juego es que los objetos y las armas que llevan los personajes no son eternas, es decir, que cada vez que las usamos corremos el riesgo de que se rompan, encasquillen o simplemente que dejen de ser útiles.
Last Night on Earth, al igual que el resto de juegos de la línea de Flying Frog, es un ameritrash, un juego con un componente azaroso importante, con muchas tiradas de dados. A mí, lo confieso, me encanta este género, me parece muy divertido. A los jugadores más estrategas quizá les traiga por la calle de la amargura, pero aun así sabrán encontrarle su puntillo.
El juego tiene ya unas cuantas expansiones, una de las cuales , Timber Peak, es un standalone, un juego independiente que puede usarse junto con el juego básico. También hay expansiones de héroes y zombis, las cuales introducen nuevas miniaturas. Con cada expansión se añaden reglas, escenarios y piezas de tablero. Además, en la web de Flying Frog hay disponibles para descarga gratuita escenarios nuevos completamente oficiales.
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