Saludos, comandantes!
El pasado domingo nos reunimos una vez más para continuar nuestra gesta galáctica con Imperial Assault. Esta vez, rebasado el ecuador de la campaña, nuestros personajes decidieron embarcarse en una misión que en un principio prometía ser una tarea bastante sencilla, como el propio nombre de la misión decía ("A Simple Task"). La inteligencia rebelde había localizado unas instalaciones imperiales abandonadas en un remoto planeta donde, según los datos aportados, se habría llevado a cabo una importante actividad científica hasta no hace demasiado tiempo. No obstante, la actividad rebelde en el sector había provocado que el Imperio desmantelase las instalaciones y abandonara el proyecto para dirigir todos sus esfuerzos y recursos a la lucha contra la guerrilla.
En dichas instalaciones, miembros de un equipo especial imperial se dedicaba a la investigación y desarrollo de poderosos estimulantes que convirtieran a sus tropas en soldados prácticamente invencibles. Se rumoreaba que los imperiales se habían hecho con una fórmula de un suero que pronto comenzarían a distribuir entre sus tropas para convertirlos en modelos de soldados definitivos.
El objetivo de los personajes no era otro que desplazarse hasta el recinto abandonado, localizar la fórmula y largarse de ese lugar. No se esperaba resistencia, salvo algún que otro fugitivo que hubiera decidido convertir las instalaciones en su refugio, aunque eso tampoco debería representar un problema para nuestros héroes.
Sin embargo, un primer vistazo al complejo abandonado reveló la presencia de varios soldados de asalto que custodiaban la entrada. Al parecer ese laboratorio no estaba tan abandonado como pensaban. Tras reducir a unos merodeadores trandoshanos los héroes iniciaron un tiroteo con lo que resultó ser la primera línea de defensa de un escuadrón de soldados de élite desplegados en el edificio. ¿Qué hacían ahí esas tropas? ¿Y por qué su número era tan elevado? O bien esas viejas instalaciones guardaban algo más que experimentos infructuosos o algo extraño estaba sucediendo. El tiroteo en la puerta principal se convirtió en una verdadera batalla. Las oleadas de soldados de asalto no parecían tener fin. Por fortuna, los héroes consiguieron abrirse camino hasta la consola de mandos de controlaba el sistema de apertura de la puerta y, tras hackearlo, los personajes se colaron en su interior. Allí, un pequeño grupo de soldados al mando de un oficial trató de repelerles, pero la determinación de los héroes y su premura por hacerse con la fórmula y escapar de esa embocada les hizo actuar con mayor rapidez y precisión. Tras la última puerta del complejo localizaron el muelle de carga donde se encontraba la valija que contenía la fórmula. Sin embargo, en ese preciso instante las alarmas se dispararon, revelando que aquel lugar no estaba en absoluto abandonado. Mucho más lejos de todo eso, una escolta de guardias reales acompañaba a Lord Vader que, siguiendo los pasos de los agentes rebeldes, se había trasladado hasta el remoto planeta para tenderles una trampa. Sólo en el último segundo, a punto de dar por perdida la misión, los héroes lograron encontrar una brecha en las filas imperiales por la que escabullirse con su preciado objetivo. Lord Vader apenas tuvo ocasión de hacer acto de presencia para contemplar la huida de los rebeldes. Al parecer la victoria del Imperio estaba un paso más alejada, pero aún son muchos los recursos que la poderosa máquina de guerra imperial tiene a su alcance para aplastar de una vez por todas a la Alianza Rebelde...
Comentarios
Publicar un comentario