Esta entrada de hoy es muy especial. Desde hace ya unas semanas un grupo variopinto de roleros se viene juntando cada jueves para sumergirse en tenebrosos pasillos de siniestros dungeons para jugarse el tipo en busca de un destino heroico.
Nuestro Máster, un veterano mata héroes al que su fama le precede, nos metió de morros en una aventura introductoria para Dungeons & Dragons 4ª Edición en la que no falta de nada. Sin enrollarme, a grandes rasgos un albañil enano irrumpe en la plaza de la villa de Fallcrest presa del pánico. Tras él, una enorme mole de carne hedionda envuelto en una niebla preternatural arrasa con la guardia de la ciudad y causa el caos en la plaza. Un grupo de avezados aventureros que trataban de ganarse la vida en el mercado no duda en saltar a la palestra y enfrentarse a la inminente amenaza. Tras una cruenta batalla la bestia es derrotada y el enano es interrogado por el alcalde y el capitán de la guardia de Fallcrest. Tras el relato del enano los aventureros aceptan la oferta del alcalde de viajar hasta la vieja torre abandonada más allá de las marismas que hay a unas millas de la ciudad donde los compañeros del albañil enano están cautivos de lo que parece ser un grupo de cultistas de Vecna.
El grupo lo componen un enano guerrero que cuando consiguen enfurecerlo resulta letal; un clérigo humano algo violento cuyas dotes curativas aún están por ser demostradas; un drow explorador con unos modismos algo extraños y espíritu de trapecista; un mago bastante sarcástico y pragmático; un bardo norteño bastante mordaz cuyo arte con el cuerno trata de alcanzar la velocidad de su espada; un ladronzuelo mediano de dudosa reputación al que la curiosidad y el ansia le han arrastrado en ocasiones a las puertas del abismo; un brujo tiflin bastante provocador, algo sádico y calculador.
Hasta aquí todo puede parecer muy épico (o no), y hasta cierto punto lo es. Esto es así debido a que en cada una de las sesiones siempre sucede alguna de esas situaciones escandalosamente farragosas que hacen tan difícil la vida de los aventureros...
Bueno, ya iré narrando a medida que la aventura avance. Hasta el momento hemos resuelto cuatro jornadas repletas de acción, humor a raudales y siempre una sensación de querer más y más. La aventura no ha hecho más que comenzar. Ahora, veamos que hay detrás de esa puerta...
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