Saludos, comandantes!
Amanece este viernes raruno después de una fiesta en mitad de la semana y uno tiene la sensación de que es lunes, sobre todo porque ayer tuve una de mis sesiones semanales de juego con los colegas tan típicas de los domingos. Y resulta que es viernes, y eso mola. Así que vamos a despertar de cara al fin de semana con el maravilloso juego que un buen amigo nos descubrió ayer: ALQUIMISTAS. Vamos a echarle un vistazo rápido.
ALQUIMISTAS es un juego para 2 a 4 jugadores, diseñado por Matúš Kotry y publicado en España por Devir. Se basa mucho en la deducción, aunque básicamente es un juego de gestión y desarrollo. Cada jugador representa a un alquimista que trata de convertirse en el más reputado entre todos sus colegas. Para ello deberá ir recolectando ingredientes para elaborar magistrales combinaciones, las cuales acabarán aportándole datos suficientes para emitir teorías y postulados acerca de la composición exacta de ciertos elementos alquímicos haciéndole ganar la tan codiciada reputación. Pero cuidado, algunas de las pociones y bebedizos que nuestros alquimistas produzcan podría resultar poco salubres, lo cual repercutirá en el estado y la eficiencia de estos científicos. Aunque siempre existe la posibilidad de que un incauto becario las beba en nuestro lugar...
El juego transcurre durante varios turnos en cada uno de los cuales elegiremos nuestras acciones mediante un sistema de iniciativa. Dichas acciones podrán ser recolectar ingredientes, venderlos, vender pociones a algún aventurero que pase por ahí, comprar artefactos que nos ayuden en nuestra labor, refutar una teoría de un colega, emitir una teoría, dar a beber una poción experimental a un aprendiz o beberla nosotros mismos. Cada jugador dispone de un número limitado de acciones, de manera que habrá que planificar bien el turno y tratar de anticiparse al resto de jugadores, ya que en más de una ocasión sus acciones podrían anular las nuestras.
Para ayudarnos en la elaboración de nuestras pociones disponemos de cartas de favores, cuyos efectos nos beneficiarán dejándonos robar ingredientes, nos darán más dinero, nos proporcionarán acciones adicionales, etc.
La parte más graciosa del juego es la elaboración de las pociones. Esto se hace en secreto mezclando dos de los ocho componentes disponibles. Una vez elegidos el juego emplea una aplicación móvil de descarga gratuita que lo que hace es reconocer con la cámara de nuestro teléfono los dos ingredientes y los mezcla. A continuación envía los resultados a una base de datos y nos devuelve el resultado de la combinación, que puede ser neutro, positivo o negativo, y de uno de los tres colores (azul, rojo o verde). Cada elemento tiene una fórmula concreta he ha a base de la combinación de estos resultados, de manera que eso es lo que tenemos que descubrir, y cuantos más descubramos mejor.
A medida que el juego avanza los jugadores van emitiendo teorías acerca de sus descubrimientos (unas veces más acertadas, otras menos y, en ocasiones, puros faroles). Al final se hará un recuento de los puntos de reputación conseguidos a lo largo de la partida y el que más tenga se proclamará mejor alquimista.
El juego es tremendamente entretenido. La interacción con los demás jugadores es importante aunque no se trata de un enfrentamiento directo como en otros juegos. Las risas en más de una ocasión están aseguradas, sobre todo a la hora de dar de beber a los pobres aprendices e imaginárselos víctimas de ponzoñosos bebedizos (la vida del estudiante es así de dura). Además el juego es bastante ágil, aunque hay que estar muy atento de no pifiarla a la hora de anotar los resultados de nuestros experimentos.
En general a mí me parece un juego muy recomendable, incluso para gente que no sea muy dada a los juegos de mesa. Sólo el aspecto ya resulta muy atractivo. Así que vuestras túnicas y vuestros sombreros y preparad el alambique porque ha llegado la hora de hacer Alquimia.
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