Saludos, comandantes!
Hace unas semanas os traía un juego que fue muy popular en mi infancia, el Cruzada Estelar. Hoy os voy a hablar de otro mucho más afamado al que aún hoy siguen jugando legiones de fans: HEROQUEST.
Al igual que Cruzada Estelar, Heroquest nace bajo la licencia de Games Workshop como un juego diseñado para el público juvenil, editado por MB en España. Se trata de un juego al más puro estilo dungeon crawl en el que cada jugador toma el papel de un icónico aventurero, ya sea un mago, un bárbaro, un enano o un... Troll!!! Así es, digo 'troll' porque tal es el nombre con el que conocimos al personaje del elfo aquí, en España. Parece mentira, pero es así. Por cuestiones de traducción, interpretación o sabe Dios qué, el caso es que este personaje (que por cierto, siempre fue mi favorito) vino a adoptar ese nombre.
El juego fue revolucionario en varios sentidos. En primer lugar, Heroquest abría las puertas de un nuevo estilo de juegos que pronto empezaría a crecer sin parar hasta nuestros días. Además, con él empezamos a conocer esa clase de juegos que resultaban algo privativos dado su alto precio, pero que traían un montón de accesorios y de figuras en una caja enorme. Para los jugadores de juegos de rol de toda la vida tampoco es que fuera nada nuevo pero aportaba un aire bastante fresco al mundillo. Y sobre todo, algo que ha calado en muchos de nosotros: nos dio a conocer el universo de Warhammer Fantasy Battles, un foráneo hasta entonces.
En Heroquest, al igual que en un juego de rol, hay un jugador que desempeña el papel del malvado Maestro, controlador de los monstruos, conocedor de los peligros y señor de la mazmorra que los aventureros están a punto de invadir. Junto con las reglas venía un libreto de misiones con unas cuantas aventuras y su mapa con todos los monstruos, tesoros, trampas y retos marcados para que el Maestro se los fuera presentando a los jugadores a medida que sus personajes avanzaban por las habitaciones del dungeon.
Cabe destacar la calidad del diseño de las miniaturas y de los elementos del mobiliario del dungeon que acompañaban al juego. En cada miniatura se detectaba ese estilo tan característico de Games Workshop que, para bien o para mal, no dejaba indiferente a nadie. Como detalle diré (aunque sobra el comentario) que el personaje del enano no era otro que el famoso 'Enano Blanco', el que sería icono y emblema de la famosa revista White Dwarf.
El juego gozó de enorme éxito allí donde se publicara. En España pudimos tener un par de ediciones del juego básico y varias expansiones que hoy en día se cotizan bastante bien. Entre ellas destacaré Los Magos de Morcar, que incluía nuevas miniaturas de magos a los que los personajes debían enfrentarse. Esa expansión es, probablemente, la más difícil de conseguir hoy.
Tras Heroquest surgieron sucedáneos como Advanced Heroquest y más tarde Warhammer Quest, que no eran más que el mismo estilo de juego pero con un nivel de dificultad y de juego significativamente más alto. Dichos juegos tampoco duraron demasiado y a dí de hoy son bastante difíciles de conseguir.
Aunque el juego dejó de publicarse en los 90 Heroquest ha seguido activo y en crecimiento gracias al trabajo y al esfuerzo de muchos aficionados. En Internet se pueden encontrar multitud de páginas de grupos que han creado material adicional y han expandido sus reglas.
Actualmente puede conseguirse algún ejemplar de Heroquest en el mercado de segunda mano, aunque los precios suelen ser elevados. Aun así, merece mucho la pena invertir en un juego que sin ninguna duda nos hará pasar un montón de ratos divertidísimos.
No puedo terminar esta entrada sin mencionar la famosa edición 25 aniversario de Heroquest que, según está previsto, saldrá este año. El proceso de edición del juego ha sufrido toda clase de atropellos desde que comenzara su campaña de financiación masiva hace más de un año y muchos de sus contribuyentes se han sentido engañados y abandonados, pero, según palabras de los responsables del proyecto, a lo largo de este año el juego estará en las estanterías. Esperemos que así sea, porque el aspecto del juego promete bastante. Desde luego, creo que estamos a punto de ver renacer una auténtica leyenda del género.
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