De la gran variedad de escenarios de campaña que podemos encontrar dentro del universo de D&D el de Los Reinos Olvidados es quizás el más perdurable en lo que a continuidad y constante evolución se refiere. Así que merece una mención muy especial dentro de esta serie de entradas acerca del Multiverso de D&D.
Los Reinos Olvidados nacen en los años 80 de mano de Ed Greenwood, diseñador de juegos y escritor de novelas de fantasía. Los Reinos surgen primero como un escenario diseñado por Greenwood para el juego D&D. Tras la aparición del primer módulo de juego ambientado en este fantástico mundo la primera novela de Los Reinos Olvidados ve la luz. Se trataba de El Pozo de las Tinieblas, de Douglas Niles, prolífico autor de fantasía y diseñador de juegos. Niles escribió las tres primeras novelas de Los Reinos, lo que hoy se conoce como la Trilogía de las Moonshaes. Más tarde también escribiría numerosas novelas de la saga Dragonlance, así como otras de los Reinos y de otras temáticas de fantasía.
Más tarde serían muchos los autores de fantasía que contribuirían a hacer de los Reinos Olvidados un mundo de vastas proporciones y en constante movimientos. Entre ellos, por sus aportaciones en materia de personajes y entornos icónicos dentro de este escenario, destacan Ed Greenwood y R. A. Salvatore. El primero fue el responsable de la creación de Elminster, un personaje polifacético que se convertiría en un elegido de de la diosa Mystra. Salvatore creó al elfo oscuro más famoso de la fantasía, el drow Drizzt Do'Urden, en su famosa trilogía del Valle del Viento Helado.
El mundo de los Reinos Olvidados toma el nombre de Toril. Gran parte de la acción de las novelas tienen por escenario el continente de Faerûn, una tierra de amplias proporciones con una gran cantidad de culturas y una historia convulsa y en constante evolución.
Las tramas del mundo de los Reinos Olvidados son muy extensas y numerosas, con poderosas sociedades y organizaciones pugnando entre sí siempre por el poder con una importante y directa interacción de los dioses de fondo. Y es que en los Reinos Olvidados existe un panteón gigantesco con una variedad enorme de dioses, cada uno con sus propios intereses y sus propios planes para el mundo de Toril y sus habitantes. Algunos de estos dioses más icónicos podrían ser Bane, encarnando la tiranía y el odio, Mystra, encarnación de la magia, Lloth, diosa perversa de los drow, y Tiamat, deidad la raza de los dragones.
La magia también es un componente muy importante de Los Reinos Olvidados, ya que está presente en todas partes, impregnándolo todo. Hay varios tipos de magia muy característicos en el mundo de Toril: la magia salvaje y la magia muerta. La magia en los Reinos toma su poder de una red mágica que surca el mundo conocida como Urdimbre. La magia en sí misma podría considerarse como un personaje omnipresente en las novelas de los Reinos Olvidados.
Cabe destacar el enorme volumen de novelas y sagas independientes que forman el cuerpo de los Reinos Olvidados. Esto es precisamente lo que lo convierte en un escenario tan consistente. Hay temáticas para todos los gustos, desde intrigas entre señores poderosos de reinos ancestrales hasta aventuras de grupos de personajes de corte más clásico.
Los Reinos Olvidados se han convertido con el tiempo en el escenario de D&D que ha dado mayor variedad de productos en diferentes formatos y plataformas. Desde la vasta colección de módulos de juego hasta las famosas sagas de juegos de ordenador como Baldur's Gate o Neverwinter Nights, pasando por juegos de mesa (como Lords of Waterdeep), novelas, cómics y juegos de cartas (como Spellfire). Además, hace poco vio la luz Dice Masters: Battle for Faerûn, una versión del exitoso juego de dados y cartas.
Los Reinos Olvidados es un escenario de visita obligada para todos los viajeros de los mundos de D&D. Aunque casi con toda seguridad todo aquel que haya jugado D&D habrá pisado alguna vez,, aunque sea de pasada, las tierras de Toril. Tal es la fuerte presencia de este escenario en el decano de los juegos de rol.
Comentarios
Publicar un comentario