Saludos, comandantes!
Si bien el fin de semana pasado dejaba plasmada en la pantalla la película de animación de El Retorno de los Dragones, hoy quería meterme de cabeza en una reseña a grandes rasgos de una de las principales sagas de fantasía épica de nuestro tiempo: Dragonlance. En realidad me gustaría dedicarle una entrada a cada uno de los universos más representativos del decano de los juegos de rol, y para ello empezaré por el mundo de Krynn.
Todo comenzó a mediados de los 80 con una charla entre una pareja de camino a una entrevista de trabajo en una editorial. Tracy Hickman y Laura, su pareja, esbozaron casi sin saberlo el esqueleto del que acabaría por convertirse en uno de los escenarios más prolíficos del panorama fantástico. Ya en la editorial TSR Hickman conoció a Margaret Weis, entre otros, con la que daría cuerpo y forma a lo que hasta entonces no eran más que ideas en la mente de unos jóvenes creativos y entusiastas. Su trabajo en la editorial de juegos TSR les brindó la oportunidad de crear una línea de módulos de juego para Dungeons and Dragons basado en ese escenario, en ese mundo que ellos habían bautizado con el nombre de Krynn. Allí habitaban seres fantásticos de toda índole. Una de las marcas personales de la saga la aportaba la pequeña raza conocida como kenders. Esta especie es una variante del arquetipo del halfling, un ser de corta estatura, de carácter alegre y de naturaleza curiosa. Los kender, además, aportaban una apariencia mucho más infantil, divertida e impredecible. Uno de los protagonistas de la saga pertenece a esta raza, el kender Tasslehof Burfoot, que se convirtió en uno de los ejes centrales de la historia de Krynn.
La idea de plasmar todo este imaginario en una trilogía de novelas surgió a raíz de una partida de Dungeons and Dragons ubicada en el mundo de juego recién creado. De hecho, la primera trilogía, Las Crónicas de la Dragonlance, son una traslación más o menos literal de los hechos acaecidos en esa campaña. Má tarde TSR publicó los módulos de juego, de modo que cualquiera pudiera recrear las aventuras de los Compañeros de la Lanza. Más allá del triunfo de Las Crónicas los autores pensaron que la continuación de la saga debía ser escrita aparte del juego para así poder hacer y deshacer a su antojo sin las trabas de lo que pudiera suceder durante una sesión de Dungeons and Dragons. La experiencia, no obstante, fue bastante buena y hoy por hoy resulta divertidísimo para los jugadores leer la trilogía de Las Crónicas ya que en cada párrafo podemos ver claramente el desarrollo de una partida de Dungeons and Dragons en estado puro.
A Las Crónicas de la Dragonlance le seguirían un sin fin de novelas, trilogías y secuelas. Hay una trama principal formada por una línea argumental correlativa en la que los héroes principales de la saga van forjando el destino de Krynn. En dicha línea principal hay incluso viajes en el tiempo, haciendo que incluso el pasado del mundo tenga como protagonistas a nuestros héroes favoritos. La verdad es que todos los conceptos y las fuentes de las que beben los relatos de Hickman y Weis se mezclan creando una alquimia fabulosa y divertida.
A grandes rasgos, la historia principal de la Dragonlance gira en torno a una serie de personajes, un grupo de viejos amigos de diferentes razas y clases, que se unen tras unos años de ausencia para contarse sus aventuras. Durante el encuentro conocen a una extraña pareja que porta una vara con poderes divinos que se creían perdidos hace tiempo, junto con los desaparecidos dioses de tiempos remotos. Al mismo tiempo, con el resurgir de dichos poderes, aparecen unos individuos conocidos como Señores de los Dragones que acaudillan un vasto ejército de goblins y draconianos (hombres dragón) y que planean convertirse el advenimiento de la diosa oscura Takhisis, Reina de la Oscuridad. En este conflicto de alineamientos a gran escala los protagonistas tratan de mantenerse a flote y pelear contra los siniestros poderes que pugnan por dominar su mundo. Aventura tras aventura, descubrimiento tras descubrimiento, vamos adentrándonos en un universo rico y colorista, muy propio del estilo de D&D.
Las Crónicas de la Dragonlance continúan con otra trilogía, Las Leyendas de la Daronlance, donde un viaje en el tiempo nos desvela los orígenes del Cataclismo que trajo la ruina y grandes cambios al mundo y que condicionaron los hechos de Las Crónicas. Tras Las Leyendas viene El Ocaso de los Dragones y, finalmente, La Guerra de los Espíritus, que cierra el ciclo principal.
A modo de conclusión, se podría decir que la Dragonlance conforma uno de los pilares modernos de la fantasía épica, basándose en las obras más clásicas de su tipo, como es la obra de Tolkien y de otros autores del género. Uno de sus mayores reclamos son sus personajes tan característicos que ya forman parte del imaginario colectivo de todos los aficionados a la fantasía. Personajes tan icónicos de la talla de Raistlin Majere, Tasslehof Burfoot, Laurana o el siniestro y caído en desgracia Lord Soth, Caballero de la Rosa, entre otros. Todos ellos cumplen roles realmente trascendentes y hoy en día son verdadera fuente de inspiración para jugadores y autores en todo el mundo.
Aparte de las novelas hoy podemos encontrar un buen montón de productos en formato cómic (de los que ya hablaré en otra ocasión) y, como os mostraba la semana pasada, también hay una película de animación de la primera parte de Las Crónicas.
Dragonlance es una de esas sagas que todos los fans de la fantasía deberíamos leer, aunque se separe tanto del género fantástico al que hoy nos tienen acostumbrados, más gris, más maduro y más humanizado. A veces una buena dosis de fantasía auténtica viene bastante bien.
No voy a decir que me introdujera en la fantasía épica o en los juegos de rol gracias a Dragonlance porque fue posterior a lecturas como El Señor de los Anillos o Elric de Melniboné, pero sí que fue una de las mejores lecturas de este género, sobre todo en cuanto al carisma de todos los personajes.
ResponderEliminarSin duda en la actualidad sería una buena adaptación al cine si no la hicieran como Dungeons and Dragons y sí como El Señor de los Anillos.
Eso estaría genial! Durante años se ha hablado al respecto por ahí pero todo eran bulos y castings de fans. Si alguna productora seria invirtiera dinero en esto podrían dar con una gallina de los huevos de oro. Con todo el material que hay y dado el auge que tienen las series de TV hoy en día yo le vería más futuro a una serie. Ahí le podrían sacar mucho partido a toda la saga. Aaaaaay, algún día...
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